ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XIII
El
cuarto planeta estaba habitado por un
hombre de negocios estaba tan ocupado que ni siquiera se dio cuenta de la
llegada del principito.
El
principito lo saludo pero este seguía con sus sumas y restas. El hombre de
negocios alzo la cabeza y dijo desde hace 54 años habito este planeta y solo me
han molestado 3 ve ces la primera hace 22 años por un abejorro hacia un ruido
tan horroroso que me hizo equivocar 4 errores por una suma.
La
segunda fue por una crisis de traumatismo hace 11 años, pues no tengo tiempo de
callejear y la tercera es esta.
Cuento
y recuento las estrellas porque son mías el principito reflexiono y le dijo si
tengo un pañuelo de seda puedo ponérmelo al cuello y llevarlo pero tú no puedes
llevarte las estrellas.
Hay una cosa es cierta tú no eres nada
útil para las estrellas al no responderle el hombre de negocios el principito
abandonó el planeta.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XIV.
El quinto planeta era tan pequeño, y en el existía un farol y un farolero que
bonito es comparar al farol cuando enciende como cuando nace una estrella nace
una ilusión, nace una esperanza y cuando la apaga es como si esta ilusión
durmiera, esta profesión es bonita y verdaderamente útil es más útil que las
cuatro anteriores
Siendo tan pequeño todo va tan rápido,
cada minuto que pasa es como que fuera un día, es lo único que me parece que no
es algo ridículo quizás porque se ocupa de otra cosa y no de sí mismo
De este señor es quizás el único del
que yo puedo ser amigo, pero su planeta es tan pequeño y no hay lugar para dos.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XV
El sexto planeta era diez veces más
grande, y habitaba un anciano que escribía grandes libros. Cuando vio al
principito dijo ¡Anda ahí viene un explorador! El principito pregunto qué hacía
ahí y él le dijo que era un geógrafo y ¿qué es un geógrafo? Pues un sabio que
sabe dónde están los mares, los ríos, las ciudades, las montañas y los desiertos. Esto sí que es un verdadero oficio dijo el
principito, entonces tu conocerás todo lo que tienes a tu alrededor, no puedo
saberlo replicó el geógrafo exactamente lo que pasa es que yo no soy explorador
ni los tengo para que me informen, además los exploradores tenían que tener una
gran moralidad si es buena habrá una información sobre su descubrimiento. Por favor tú que vienes de lejos descríbeme
tu planeta, le dijo el principito no es
muy interesante es muy pequeño tengo tres volcanes, dos en actividad y uno
extinguido, tengo también una flor pero de esto yo no tomo nota. ¿Por qué? Porque son lo más bonito, porque las flores
son efímeras pues te comento que una montaña nunca cambia de sitio o que un
océano quede sin agua significa que es una cosa eterna “efímera”, significa que está amenazada y
próxima a su desaparición.
Bueno señor que planeta me aconseja que siga
visitando, anda a la tierra tiene muy
buena reputación y el principito partió pensando en su flor.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XVI
El séptimo planeta fue por
consiguiente a la tierra, en el hay
ciento once reyes incluyendo los reyes negros, siete mil geógrafos, novecientos
mil hombres de negocios, siete millones y medio de borrachos, trescientos once
millones de vanidosos, es decir alrededor de dos mil millones de personas mayores. Imaginaos que para darle
una idea de la dimensión de la tierra habría que tener sobre los seis continentes
un verdadero ejército de cuatrocientos sesenta y dos mil quinientos once
faroleros.
Primero venían los faroleros de nueva Zelanda
y Australia encendían sus faroles y se iba a dormir. Después los de China y Siberia, luego seguían los de
Rusia y la India, también los de África y Europa y finalmente los de América
del Sur y América del Norte. Solamente los faroleros del polo norte y sur
llevaban una vida de descanso, no trabajan más que dos veces al año.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XVII
Para no dar una idea falsa de nuestro
planeta a los que no lo conocen los hombres ocupan poco lugar sobre la tierra,
si los dos mil millones se pusieran de pie y un poco apretados cabrían en una plaza
de veinte millas de largo por veinte millas de ancho.
Una vez que el principito llegó a la
tierra, quedó sorprendido de no ver a nadie, tenía miedo de haberse equivocado
de planeta, de repente vio sobre la arena un anillo color de luna.
¡Buenas noches! dijo el principito lo
mismo le dijo la serpiente en que planeta he caído, estas en la tierra en África,
y no hay nadie, esto es el desierto en los desiertos no hay nadie la tierra es
muy grande dijo la serpiente. Mira mi planeta;
esta precisamente encima de nosotros… que lejos está se está un poco solo en el
desierto también se está solo entre los hombres afirmo la serpiente, al que yo
toco le hago volver a la tierra de donde ha salido pero tú eres puro y vienes
de una estrella.. me das lastima, tan débil sobre esta tierra de granito. Si
algún día echas de menos a tu planeta puedo ayudarte.
El principito le preguntó por qué
hablaba con enigmas. La serpiente dijo yo hablo en enigmas porque lo resuelvo
todo y se callaron.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XVIII
El principito atravesó el desierto y
solo encontró una flor. Esta era de tres pétalos ¡Buenos días! le dijo el
principito ¡Buenos días! le respondió ella, donde están los hombres preguntó
cortésmente el principito. La flor un día vio pasar una caravana, los hombres
no existen, más que seis o siete he visto pasar los he visto pasar durante
muchos años, como no tienen raíces el viento se los lleva debe ser muy molesto.
Adiós dijo el principito, adiós le dijo la flor.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XIX
El principito ascendió hasta la cima
de una alta montaña. Los únicos tres volcanes que el conocía le llegaban hasta
la rodillas, el volcán extinguido lo utilizaba como taburete. Desde una montaña
como ésta poder ver todo el planeta y a todos los hombres, pero no alcanzo ver
más que a las puntas de las rocas.
¡Buenos días! exclamó el principito al
acaso ¡Buenos días! ¡Buenos días! ¡Buenos días! respondió el eco.
¿Quién eres tú? preguntó el
principito. ¿Quién eres tú…? ¿Quién eres tú…? ¿Quién eres tú…? Contestó el eco.
Qué planeta más raro pensó el
principito, los hombres carecen de imaginación no hacen más que repetir lo que
dicen.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XX
Sucedió que el principito después de
haber caminado por varios lugares, descubrió finalmente un camino los cuales
llevan siempre a los lugares habitados por los hombres.
¡Buenos días! dijo. Era un jardín
cuajado de rosas ¡Buenos días! le respondieron las rosas. El principito las
miró ¡Todas se parecían tanto a su flor! ¿Quiénes son ustedes? les pregunto y
ellas les respondieron somos las rosas.
El principito se sintió decepcionado
ya que su flor le había dicho que era la única de su especie en todo el
universo. Decía que si su flor viera las cinco mil rosas que estaban en el
jardín, ella se sentiría humillada, tosería y simularía morir para escapar del ridículo.
Echándose sobre la hierba se puso a
llorar por la decepción de la flor y de los tres volcanes ya que no se sentía un príncipe muy
importante.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XXI
Al principito se le presento el zorro
quien estaba bajo el manzano, ¡buenos días! le dijo el zorro y el principito le
contesto. El principito le pregunto que quien era y él dijo que era un zorro.
El principito le invito a jugar pero
el zorro no quiso porque decía que no estaba domesticado.
El zorro le dijo que nada es perfecto
mi vida es monótona caza gallinas y los hombres me cazan a mí, por lo tanto
llevaba una vida aburrida pero le decía que si él lo domesticara su vida sería
diferente porque tendría necesidad el uno del otro.
El zorro enseño al principito diciendo
un mensaje que no hay que juzgar a las personas por su apariencia física sino
valorarlas por su mentalidad y por lo que realmente eran en la vida.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XXII
Aquí nos indican la velocidad con la
que se vive en el mundo de los adultos, la obsesión por ir deprisa, por no
perder tiempo, se dedican a poseer, comprar, hacer, trabajar pero no por
sentir, ni experimentar, y no se dan cuenta por están demasiado ocupados. De
esta manera, olvidan los verdaderos valores y ni siquiera ellos mismo saben
hacia donde se dirigen
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XXIII
El comerciante vendía unas píldoras
que eran buenas para quitar la sed, el principito admirado le pregunta que
porque vende eso y el comerciante le contesta que de esa manera se ahorra
tiempo.
Aquí nos mencionan acerca de los
inventos los cual nos ayudan a ahorra tiempo.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XXIV
Ya está listo pero me falta el agua,
necesito buscar agua para poder seguir adelante, tengo que buscar una fuente
para no morir de sed. Salí en busca de un pozo pero ahí la pregunta que el agua
también puede ser buena para el corazón, porque es a través de esta agua que no
solo sirve para saciar la sed, es como si buscáramos en el desierto un pozo
oculto en algún sitio que quizás oculte un secreto en el fondo de su
corazón y suponiendo lo frágil pienso
que hay que protegerla ya que sería como la lámpara que una racha de viento la
puede apagar, hasta que al amanecer descubrí el pozo que buscaba.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XXV
La mayoría de los hombres van por la
vida pero no saben para que camino dirigirse. Vi algo que me interesaba intente
captar lo que de ahí emanaba como el agua el beberla era tan dulce lo que había
aprendido y lo que había logrado comprender de la vida.
A veces es necesario que cuando uno
pide o promete algo realmente se esfuerce por cumplirlo, a veces cuando
comienza a tener un proyecto y no sabe para qué camino tomar o que rumbo seguir
es necesario entenderlo a través de las experiencias sacarlo adelante para
poder llegar a la meta.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XXVI
En medio de todo apareció una
serpiente venenosa de esas que matan en 30 segundos, a veces estas serpientes
son como todas aquellas personas malvadas que lanzan su veneno sin importarle
la vida de los demás pero si hay una arma con que defenderse ellas huirán.
El principito dijo que estaba alegre
de que hay reparado el avión lo mismo el principito se alejará de el niño
interior que tiene será más difícil ahora regresar a su planeta, me pareció que
se hundió en un abismo sin que fuera posible hacer nada para retenerlo.
Las personas son como las serpientes
malas y a veces muerden por gusto.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO XXVII
Ahora ya son seis años y nunca he
contado la historia, aunque se dan cuenta de mi tristeza. Sé qué él está en mi
interior que habrá ocurrido el cordero se comió la flor, el principito cubre la
flor con su fanal todas las noches y vigila su cordero pero alguna vez uno se
puede distraer, si por una vez no le pone su fanal y el cordero sale sin hacer
ruido entonces las estrellas se convertirán el lágrima pero ahí la pregunta si
ustedes miran al cielo y ven caer las estrellas el cordero se habrá comido la
flor y vera como todo cambia.
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