ANÁLISIS DEL CAPÍTULO
IX
Aquella mañana el principito
antes de su partida arregló su yo interior todos aquellos trabajos que hizo en
esa mañana, le parecieron extremadamente dulce y cuando regó por última vez su
flor sintió ganas de llorar le dijo adiós y esta no le respondió. Esta dijo he
sido una tonta perdóname que seas feliz y quiero que tú sepas que has sido tan
tonto como yo, voy a dejarte abrigada y segura la flor le respondió déjame sola
que me sé proteger no prolongues más tú despedida puesto
que has decidido partir vete de una vez. Esa flor era tan orgullosa que lo que
no quería era que la vean llorar.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO
X
El principito fue a visitar los
distintos planetas, en el primero había un rey que cuando le vio dijo he aquí
un súbdito ignora que para los reyes el mundo está significado todos los
hombres son súbditos. El rey se dio cuenta de que ordenará las personas era porque el daba gran
importancia a que su autoridad sea respetada.
Exactamente el principito solo
hay que pedir a cada uno lo que cada uno puede dar ya que la autoridad siempre
principalmente en la razón.
El rey le dijo al principito de
nombrarlo ministro de justicia, pero si
no hay quien juzgar le dijo el principito te juzgarás a ti mismo le respondió
el rey es más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás si consigues
juzgarte rectamente serás un verdadero sabio, y acto seguido partió a otro
planeta.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO
XI
El segundo planeta estaba
habitado por un vanidoso. ¡Ah un admirador viene a visitarme!, para el vanidoso
todos los demás hombres son admiradores.
El principito aplaudió y el
vanidoso se quitó el sombrero para saludarlo, después de un tiempo el
principito se cansó de esta rutina ya que los vanidosos solo entienden las
alabanzas que significa admirar que soy el hombre más guapo, el mejor vestido,
el más rico y el más inteligente del
planeta. Decididamente las personas mayores son muy extrañas se decía el
principito durante su viaje
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO
XII
El tercer planeta estaba habitado
por un bebedor al ver esto se sintió preso de una gran melancolía en medio de
tantas botellas vacías y llenas le dijo que este bebía para olvidar para
olvidar que le dijo el principito que siento vergüenza de que de beber y
contestando eso otra vez se enmudeció el bebedor y el principito viendo esto se
marchó.
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